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martes, 11 de octubre de 2011

Somos el tiempo que nos queda.

"...y no te preocupes porque el tiempo lo pone todo en su lugar aunque haya días en que no sepa dónde situarlo y te haga sentir que va demasiado lento; y en vez de colocar , te desordene por dentro. Pero dale tiempo al mismo y confía..., confía en él porque es la clave"

lunes, 22 de agosto de 2011

Y quien no esté de acuerdo, que tire la primera piedra

Puede que una imagen valga más que mil palabras pero sonreír no siempre significa felicidad, al igual que llorar no quiere decir que estés triste. Nos guíamos por la imagen que recibimos de las personas, de su fachada: si sonríe, está feliz y si llora está triste. Si se ríe a carcajadas es la persona más simpática del universo, y si, por el contrario, no le baila el agua a nadie, es un asco de persona. A veces la sonrisa es un arma que el ser humano usa para esconder lo que realmente siente o es; al igual que una cara seria es sólo una coraza para que nadie adentre en su interior.
Puedes enamorarte de una persona por su sonrisa, pero eso es sólo una mínima parte de ella. Puedes despreciar a alguien porque no sonría siempre, pero te olvidas de que quizás, simplemente, necesite algo más de tiempo que el resto para poder sonreír tan fácil como otros, y entonces, prejuzgamos sin tener ni idea de lo que pasa por su cabeza o corazón.

La primera impresión es la que siempre cuenta y jamás nos esforzamos en profundizar si lo que encontramos a simple vista nos convence, y así nos va el pelo...

lunes, 8 de agosto de 2011

Para que nada nos separe, que no nos una nada.

Escucha esa canción que tanto le estremece y aún no sabe por qué, o tal vez lo sabe demasiado bien; y el estómago le da un vuelco al mismo tiempo que su corazón se acelera. En la garganta un nudo le impide articular palabra, y entre tanta sensación cierra los ojos mientras su mente le lleva a hacer lo que cada día se prohíbe: recordar. No anhela nada, pero forma parte de su pasado, y a veces lo único que quiere es volver a sentir aquella estabilidad -si es que se le puede llamar así- porque está cansada de coleccionar besos cargados de anonimato y vacíos de sensibilidad.

A lo lejos un gato en celo maúlla y el camión de la basura recorre la calle vaciando contenedores; lo reconoce por el olor que deja en su habitación. Es curioso, a él también lo reconocía por el olor; muy diferente al de la basura, por supuesto, porque su basura iba por dentro, y esa no huele sino que hiere. Pero tiene prohibido pensar en eso, porque como dice la canción: pasado pisado… y la basura al excusado.

viernes, 1 de julio de 2011

2009

Y es que, a veces, cierro los ojos deseando con todas mis fuerzas olvidar su voz; poder odiarle. Y no porque quiera, sino porque lo necesito. Es una de esas cosas que tienes que hacer por necesidad, aunque sea lo último que se te pase por la cabeza -porque te conoces demasiado y sabes que por mucho que te repitas a tí misma lo mucho que le odias, no estás más que repitiéndote lo mucho que le quieres. ¿Sabes?-.

Y te sientes débil y odias no poder odiar; pero sobretodo odias no saber ocultar esa debilidad por él, porque eso le hace fuerte. Y en el fondo es lo que les gusta: debilitarnos..., debilitarnos y dominarnos.

sábado, 4 de junio de 2011

Infecto.

Que la misma luz que me ciega

guiará cada uno de mis pasos.


Niégalo, escóndelo todo. Niega a los demás lo que sientes y sobre todo a ti mismo. No lo sueltes, no lo pienses, déjalo olvidado en el rincón más oscuro de tu memoria; en el más cerrado de tu corazón. Sé turbio. Sonríe aunque no te apetezca y que nadie se dé cuenta. Cierra los ojos y adéntrate en tu interior. ¿Ves una luz? Huye de ella: soy yo llamándote para que vengas. Ábrelos, ¿te late el corazón? ¿Sientes la fuerza? Son tus sentimientos intentado escapar de la cárcel en la que los has hecho prisioneros; pero no te dejes llevar. Sé fuerte y nunca te des por vencido; reprímelos, ahógalos hasta que se pudran. Enorgullécete de ti y no pidas perdón. Que no caiga ni una sola lágrima de tus ojos. Recuerda que arriesgar es de fracasados y olvídame.

Sigue tu vida intentando respirar, ¿puedes? Yo sí: jamás me he negado a mí misma una evidencia; ni he dejado olvidados los recuerdos de mi memoria en ningún rincón. He sido transparente cuando todo el mundo era opaco. He sonreído sólo si la situación lo requería ignorando habladurías. No huí de ti cuando me llamabas, por tenue que fuese la luz o por frágil que fuera la esperanza. En la vida he frenado mis sentimientos y siempre, siempre, siempre me he dejado llevar; además nunca me importó pedir perdón. Es evidente que no he sido fuerte: me derrumbo con facilidad y las lágrimas aún caen de vez en cuando porque arriesgué y fracasé. Y por supuesto no, no te he olvidado, pero yo si puedo respirar porque no hay nada que me pudra por dentro.

martes, 31 de mayo de 2011

somewhere only we know


I came across a fallen tree,
I felt the branches looking at me.
Is this the place we used to love?
Is this the place that I've been dreaming of?



Trescientos sesenta y cinco días después, volvió al lugar en el que le había conocido. En donde había recorrido lentamente cada parte de su cuerpo y descubierto hasta el más absurdo de sus secretos. En el que más había besado, desnudado y compartido. Donde más había reído, y más había llorado, sin embargo. Aquel lugar cargado de sueños y promesas incumplidas que le hicieron derrumbarse y, vacía de esperanza, cerrar los ojos para dejarse llevar por el más triste recuerdo que tan feliz le había hecho.

martes, 26 de abril de 2011

Cualquier título es absurdo, inútil e innecesario.

Nada más le importaba. Lo único que quería era que siguiese formando parte de sus días; no sólo de los pasados sino también de los presentes, y por qué no, de los futuros.
Sus sentimientos se habían ido transformando a lo largo de los días. Rápidamente pasaba de odiarlo a quererlo, y viceversa. Otras, sin embargo, ni se acordaba de su existencia. Y aunque había comprendido que no podría volver tenerlo en su vida de la manera en que le gustaría, le quería, definitivamente, en su vida sin importarle cómo.
Quizás el problema era que le quería tanto que no era capaz de imaginar su vida sin él, o lo que es lo mismo: sin ella; porque había llegado a un punto en que ella misma era él, y a la vez no entendía ni quién era. Y era por eso que había empezado a aceptar que las cosas debían seguir así por el momento, con la máxima distancia del mundo -si cabía-, porque el tiempo pondría a cada uno en su lugar, y lo único que le quedaba era esperar con toda la paciencia disponible -que en su caso era escasa- a que las horas, los días, las semanas, los meses y quién sabe si los años, lo colocasen todo de nuevo.
Y él pudiese formar parte de su vida, y ella lograr entender quién era.

lunes, 11 de abril de 2011

Discurso final del acorazado Corazón.

Llevadme lejos que me he cansado de latir. Arrastradme hasta rasgarme y que no deje de sangrar. Escondedme, enterradme en el fondo del mar. Aplastadme, hacedme dejar de funcionar. Dañadme, que sobre conciencias caerá. Juzgadme porque me haya cansado de arriesgar. Mentidme que yo siempre pequé de ingenuidad. Odiadme, que exhausto me hallo de intentar odiar.

domingo, 13 de febrero de 2011

Standby



Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos, los frenos automáticos y el olor a gasoil. Me angustia el cruce de miradas, la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los semáforos. Me da pena la vida, los cambios de sentido, las señales de stop y los pasos perdidos. Me agobian las medianas, las frases hechas, los que nunca saludan y los malos profetas. Me fatigan los dioses bajados del Olimpo a conquistar la Tierra y los necios de espíritu. Me entristecen quienes me venden clinex en los pasos de cebra, los que enferman de cáncer y los que son simples marionetas.

Parada frente al mar mientras el mundo gira

Kilómetros.